Este mes se conmemoran 48 años de la operación de guerra psicológica y montaje comunicacional conocido como “Operación Colombo”
El pasado 22 y 23 de julio, para la conmemoración del secuestro, desaparición y montaje «Operación Colombo», las figuras de los y las 119 personas detenidas y víctimas de desaparición forzada por dicha operación en 1975, recorrieron Santiago Centro en una masiva marcha y pasacalle, organizada por el Centro Cultural 119 Esperanzas, el Colectivo 119 Familiares y el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).
La Operación Colombo, se emplaza en julio de 1975, cuando la dictadura civil-militar ideó un plan protagonizado por la DINA destinado a encubrir la desaparición forzada de 119 opositores al régimen autoritario. Su objetivo era encubrir, mediante noticias falsas, que las 119 personas desaparecidas forzosamente habían fallecido en enfrentamientos con seguridad extranjera o siendo víctimas en conflictos internos.
Es por ello que, la marcha y pasacalle se enmarca en el período del año, en que se publicaban en prensa hegemónica nacional e internacional, dos listas, una de 60 personas, en la revista argentina Lea, y la segunda en el periódico brasileño O’Dia, de Curitiba, que incluyó otros 59 nombres.
Las nóminas sumaban un total de 119 personas que, según se informaba, habían muerto en el extranjero producto de disputas al interior de las organizaciones políticas a las que pertenecían y en enfrentamientos con las fuerzas policiales de varios países, o habían logrado huir, por lo que se desconocía su paradero. En este último caso, no se explicaba cómo había sido posible establecer sus identidades.
La información que se quiso instalar a través de los medios de comunicación, fue que sus muertes se debieron a enfrentamientos internos dentro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Sin embargo, se pudo constatar que esa primera versión era falsa y, que en su lugar, hubo participación de agentes del Estado.
Rápidamente se estableció la verdad: todas estas personas habían sido detenidas por la DINA entre abril de 1974 y febrero de 1975, existían denuncias, diligencias judiciales y testigos de su reclusión en diversos recintos. Esta no fue la última operación de este tipo pero sí la más masiva, que provocó más reacciones de condena a estos crímenes, en el país y en el exterior, y movilizó mayor cantidad de personal y recursos represivos involucrando, principalmente, a militares y policías, pero también a civiles, en Chile y en el extranjero.