A 50 años del Partido de la Vergüenza

El Estadio Nacional se desocupó de prisioneros y prisioneras el 7 de noviembre de 1973, ya que el 21 de noviembre de ese mismo año, debía jugarse un partido entre Chile y la Unión Soviética para las eliminatorias del Mundial de Alemania 1974.

Los soviéticos se negaron a viajar a Chile a “jugar en el estadio de Santiago, salpicado con la sangre de los patriotas chilenos”, porque el Estadio Nacional, 14 días antes del partido, era utilizado como centro de detención, tortura y exterminio.

Chile jugó solo, sin contrincante, y Francisco “Chamaco” Valdés, debió marcar un gol simbólico para quedar clasificado. A mediados de noviembre de 1973, el Estadio Nacional retomó sus actividades deportivas.

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